Cree el fraile que todos son de su aire [1]

 Carlos Arévalo

  “La locura es algo raro en los individuos,  -pero en los grupos, los partidos, los pueblos,  las épocas, constituye la regla”[2]

 

La convocatoria: Acto III Babel de saberes.

Babel, proviene del verbo hebreo Balbál que significa confundir. Por lo cual me permito leerlo como “confusión de saberes”.

¿Sería la locura un terreno en donde solo se anda confundido? ¿Lo que se dice en la locura confunde? ¿Lo que dice la locura confunde nuestros saberes; o confunden los saberes, en la medida que crean la ilusión de comprender realmente?

Saberes que desde cada perspectiva intentan captar lo real, con la ilusión de que lo que ven es. Saberes que responden a la necesidad de explicar un fenómeno, de interpretarlo. Que resuena en mí como tratar de empaquetar algo con moño, envuelto para regalo. Pero está también esa parte que no pertenece al saber y que todo saber va a transportar. Todo saber por más brillante que sea contiene un desconocimiento intrínseco.

El texto de Extraviada funciona mostrando distintas perspectivas de las construcciones de saberes: de Raimunda, de Iris con sus variaciones, de la prensa; de la psiquiatría, que construye, al decir de Iris: “Esta “brillante” tesis de interpretación de mi personalidad”. Otro saber es el del psicoanálisis a través de los autores, y también el de la policía que describe cómo las distintas escenas de la cotidianeidad de ésta familia fueron “construyendo el vértice hacia el cual convergían todas las preocupaciones.[3] Imagen clara de las rectas uniéndose en un punto de fuga.

El libro Extraviadaomienza con una cita de Lacan que me encanta: “Comiencen por creer que no comprenden.”[4]

Pero el caso se plagó de frailes y eso tuvo sus efectos.

Algo que me llamó la atención, fue la multiplicidad de saberes que circulaban en el entorno social en que se gestó esta familia. Lumen asistió a las actividades del Prof. Fernando Carbonell, quien fuera fundador del movimiento naturista y el movimiento teosófico en Montevideo. Momento en que vinieron a la ciudad varios pensadores de la época invitados a disertar. Quisiera destacar la presencia de Rafael Barret en los escritos de Lumen. Rafael Barret, un español, que la mayor parte de su producción escrita la realizo en Paraguay. Conocido por sus cuentos, ensayos, y alegatos políticos a favor del anarquismo.

Hay una publicación de sus obras completas, que es altamente recomendable, por la contundencia de su pluma y la capacidad reflexiva sobre múltiples asuntos.

Dentro de los escritos de Lumen hay capítulos que me interesaron, que están en la parte que se llama: “Escritos teosóficos”, uno se llama “La multiplicidad del universo” de Rafael Barret y otros de Lumen, que se llaman: “¿Qué es el tiempo?” y “Fatalidad – Libre albedrío – Conducta” que tiene un subtítulo: “Pasado – Presente – Futuro”.

Barret dice:

[…] el pasado es una perspectiva; el futuro una nebulosa en que rara vez, como relámpagos surgen presentimientos fragmentarios, después cumplidos: el pasado habla, el futuro enmudece. Y agrega: ¿Por qué, en el camino a la vida, avanzamos de espaldas?[5]

Es interesante ver cómo frente a la nebulosa armamos un futuro ilusorio que es, nada más que una proyección del pasado. En el caso de Iris me parece que está muy presente el caminar de espaldas. De eso no se trata, pero tampoco creo que se trate del “buen consejo” del Dr. Salvagno Campos a Iris: “Ahora, usted olvídese de todo.”

Lumen habla de la perspectiva del tiempo y del espacio. Dice:

Con relación al sujeto, asume por el contrario la apariencia de un presente siempre huyendo hacia el pasado, el pasado y el futuro son perspectivas del tiempo que dependen del lugar en que la conciencia fije su presente.[6]

Y agrega:

El tiempo oculta el secreto del libre albedrío y la fatalidad. El libre albedrío es la voluntad actuando sobre las causas o sea, el poder de crear un futuro. La fatalidad son las cadenas que atan a la voluntad a los efectos de causas ya producidas. O sea, las causas pasadas agotándose en forma de efectos presentes.[7]

Y un poco más adelante:

El presente es todo, pues contiene en síntesis al pasado y en potencia al futuro. Si se conociera todo el pasado o sea las causas ya producidas, podría profetizarse todo lo que de fatalidad existe para el futuro y apreciarse además el grado de libertad de que en el presente se dispone. […] El albedrío sirviéndose de la fatalidad engendra una conducta, y ésta es el presente que se recoge como cosecha de lo sembrado en el pasado.[8]

Varias de las versiones enlazan este acto a la fatalidad.

La prensa argumenta que “por la fatalidad de los celos” la existencia de esta familia se tornó tormentosa; “hasta que la desesperación armó la mano de uno de ellos”.

Para los autores del libro también Iris habla y escribe desde la fatalidad.

En lo que a mí respecta, siguiendo estas opciones, considero que en los movimientos de Iris participa el libre albedrío pues, en el acto de matar a su padre, como cuando consulta y queda internada en el año 57, ¿no intenta crear un nuevo futuro?

Sobre la perspectiva

Pintura

Retomemos la línea de la perspectiva. Esto me condujo a preguntarmeuándo surge la perspectiva? y ¿en relación a qué? Surge en Florencia, en las primeras décadas del siglo XV, con un grupo de artistas que comenzó a crear un nuevo arte rompiendo con las ideas del pasado. Dentro de este grupo se encontraba Brunelleschi, quien no solo fue iniciador de la arquitectura del Renacimiento, sino que además realiza otro gran descubrimiento en el terreno del arte, que ha dominado a los siglos venideros: es el de la perspectiva.

Brunelleschi, proporcionó a los artistas los medios para resolver la profundidad, les aportó “las leyes matemáticas” -que tanto le gustaban a Lumen- por las cuales los objetos disminuyen de tamaño a medida que retroceden hacia el fondo.

El nuevo arte de la perspectiva creó la sensación de realidad.

Gombrich en su historia del arte, a éste período lo llama: “La conquista de la realidad”.

En algún aspecto la perspectiva crea la ilusión de que la realidad podrá ser dibujada tal cual es. Como dice Siul en su carta enviada al juzgado, en relación a unos juguetes  realizados por Lumen: “…siguiendo todas las reglas de la perspectiva que daban la ilusión de lo real”[9]

Hay un artista que se llamaba Paolo Di Doni denominado Uccello, que nace en 1397 y muere en 1475, conocido como “Paolo el de los pájaros”. Es incierta su formación artística, sin embargo trabajó con el escultor Lorenzo Ghilberti y fue amigo de Donatello, entre otros. Sin duda fue un representante de los mayores problemas de la óptica.

Cuenta Giorgio Vasari:

 … su manía por la perspectiva, por la cual, velando de noche para trazar unos dibujos complicadísimos de poliedros, respondía a su mujer que lo llamaba para dormir: “¡Oh, qué dulce cosa es esta perspectiva![10]

Parece ser un pintor que anticipa el cubismo y el superrealismo.

Uccello no sigue, por ejemplo, la perspectiva artificial, es decir el método perspectivo coherente pero artificial usado por los artistas, inventado por Brunelleschi; sino que profundizará en la perspectiva naturalis, es decir la óptica investigada ya sutilmente en el Medioevo, (Alhazén, Bacon, Vitellone), sobre el cual, por su rivalidad con Brunelleschi, prefería basarse también la teoría de Ghilberti, maestro de Paolo.[11]

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Particularmente quería mostrar un fresco que me resulto interesante, lo he encontrado nombrado de distintas maneras: “El diluvio universal”, o “La historia de Noé”; el nombre depende de los distintos estudios que hay sobre él.

Es considerado del 1447-8. Es un detalle de un fresco. Se encuentra en Florencia, en el Claustro de Santa María la Nueva.

A primera vista no es claro. En una primera mirada llama la atención que Noé y el arca se duplican; produciendo una sensación de imágenes superpuestas. Muestra, abajo sobre la izquierda del cuadro, un hombre con un hacha y otro con un garrote, aludiendo a la violencia en la historia. Abajo a la derecha, cuerpos que yacen muertos al costado del arca.

Violencia y muerte están representadas en el fresco.

Aquí vamos a seguir la lectura que hace del fresco, Anne Steinberg-Vieville, quien tiene un análisis a mí gusto muy rico de la obra de Uccello. Lo ubica en algún sentido, en un intento de pintar el tiempo, a su vez dando cuenta de que la multiplicidad de perspectivas puestas en simultáneo provoca un efecto de confusión. Efecto que generó en mí la lectura del libro Extraviada.

Esta autora propone:

Así, la Historia de Noé sería difícilmente legible si se descuida la dimensión temporal: Uccello pinta simultáneamente el diluvio y la retirada de las aguas; es por eso que representa dos veces el arca; a la izquierda, es vista de tres cuartos, tomada por la subida de las aguas, y, a la derecha, es vista frontal, superviviente de la tempestad divina; es por eso que ambos puntos de fuga, no coinciden; Pero está dislocación del paralelismo restituye la duración del episodio bíblico y nos introduce en una narración más que en una representación. Y esta narración parece hecha desde el punto de vista de Dios, en el desplome y no a la altura de la línea de horizonte, como lo querría la teoría. La audacia pictórica es inaudita y sin embargo se casa con el cuento bíblico, en el cual Dios mismo es narrador y personaje.[12]

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El cuadro me interesó por el efecto que causa la superposición de distintas perspectivas, lo discordante, la temporalidad; donde se produce un pliegue temporal.

En el caso de Iris, Raimunda se encarga a diario de evocar los episodios vividos, los actualiza todo el tiempo.

Pues me pregunto: ¿el momento del crimen y la internación de Iris, 22 años después, no tratan de la misma imagen viviente? Es más, la imagen que nos relata Tuana, de Iris cargada de diarios: ¿no es una imagen cristal como la describe Deleuze? La cual daría cuenta del desdoblamiento del presente a cada instante en presente y pasado.[13]

El cuadro captura el tiempo en dos imágenes, pero la imagen virtual es el diluvio. Recomendamos sobre este punto el trabajo de Valentin Guerreros “Imagen cristal, de la erótica extraviada.” presentado en el segundo acto.

Escritura

Además del cuadro de Uccello, vamos a echar un pequeño vistazo a la historia bíblica de Noé. En el Génesis el capítulo que comienza esta historia se llama: Corrupción de la humanidad y anuncio del diluvio.

Si bien entiendo que el tema central trata de la alianza de Dios con el hombre, existen en este relato dos aspectos que se me destacaron, pues es el primer relato en el cual sexualidad y muerte aparecen juntos.

Dios decide: “No permanecerá mi espíritu en el hombre para siempre, porque no es más que carne; que sus días sean ciento veinte años.”[14]

Recordemos que en esta época se estilaba vivir bastante más, de hecho Noé tenía seiscientos años en el momento del diluvio. Por lo tanto ¿no pone un límite en la vida de los hombres?

Le pide a Noé que construya el arca, suba a su familia y dos ejemplares de cada clase, le dice:

Entrarás en el arca tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. Y de todo  ser viviente, de toda carne, meterás en el arca una pareja para que sobrevivan contigo. Serán macho y hembra.[15]

Entiendo que algo de la sexualidad está en juego en este pasaje, sesgada en el sentido de la procreación y la continuidad de la especie.

Bien, continuemos, llega el diluvio y extermina cuanto ser existía sobre la faz del suelo.

Noé sale del arca y pacta con Dios. Si supiera Dios que el arco iris, señal del pacto con Noé y todos los hombres, es el emblema de la diversidad, seguro nos manda otro diluvio.

El diluvio como lo que desborda, la sexualidad, la locura, la muerte, momentos de desubjetivación; nos hacen necesitar de un arca para pasar estos desbordes. Nada nos asegura llegar a buen puerto.

Hay un relato del cubano Alejo Carpentier, que se llama: “Los advertidos[16], no tiene desperdicio.

Carpentier hace un relato del diluvio, centrado en Amaliwak quien reúne a personas de distintos pueblos para anunciarles que “Grandes trastornos se aproximaban”; de los que se había enterado por “proceso de revelación”. Y solicitaba que lo ayudaran a conseguir una gran cantidad de árboles, por los cuales pagaría muy bien.

El viejo está loco” decían los habitantes de los distintos pueblos. Lo absurdo era la construcción de una casa gigante, la cual para los que la veían no iba a navegar nunca.

El giro magnífico del relato se produce cuando, cesada la lluvia, la canoa de Amaliwak se comienza a encontrar con naves iguales y diferentes a la suya, en las que vienen otros hombres de diversas partes del mundo y del tiempo; «advertidos» como él, de que se acercaba la gran catástrofe. Del Reino de Sin se ha salvado, un anciano, su familia y animales; de la tierra del Olimpo, los escogidos han sido el rey de Pitia, Deucalión, hijo de Prometeo, y su esposa Pirra, sin animales; de la tierra de Yahvé viene el anciano Noé, con sus 600 años a cuestas; y de la región de la Boca de los Ríos el salvado es el babilonio Out-Napishtin.

Termina el relato, con una pregunta colocada en boca de Noé que me parece muy pertinente: Todo está en saber si los hombres habrán salido mejores de esta aventura

La cual dispara otra pregunta en mí: ¿Que efectos tienen los diluvios que nos ocurren?

En este relato luego de la multiplicación de los hombres, se establecen dos polos y recomienza la violencia nuevamente.

Este relato me hace pensar qué diluvios ha habido en varias sociedades, y qué se relanzan. Cada sociedad tiene sus diluvios, que se singularizan de distintas maneras en sus componentes. ¿Cada hombre tiene sus diluvios? Como Amaliwak, Deucalión, Noé, Iris.

¿Será que cuando alguien nos viene a hablar al consultorio, pensando que la locura lo ha tocado, entiende que el analista podría ser un “advertido”?

Pienso que el analista es un advertido de los diluvios de lalangue y que algo de un arca está en juego. Sin duda no al estilo de Noé.

Arca como posibilidad de pasaje, tal vez es el espacio analítico el que se transforma en el arca.

Esta familia termina con el apellido, por lo menos por su rama, el diluvio arrasó con todo, solo algunos miembros construyeron barcas precarias que les permitieron salir a otros parajes del mundo por un rato. No olvidemos que esta joven que a los 20 años mata a su padre, hasta los 14 no había salido de su casa y que su hermana Halima nunca salió de allí.

Las imágenes que hay en el libro Extraviada, de la casa que encontraron Raquel Capurro y Diego Nin, para mi gusto dan cuenta del diluvio, contienen el diluvio.

Música

Las fotos que encontramos en el libro Extraviada que tomaron los autores al visitar la casa me hicieron pensar en la canción de Alejandro García Villalón[17], más conocido por “Virulo”. Es un humorista cubano, que tiene un disco que se llama: El Génesis según Virulo, en el cual realiza una canción llamada Matusalén y el arca de Noé.

Según Virulo el primer animal que llega al arca es el comején, y Noé como no lo conocía, busca en el diccionario y encuentra:

“Nombre científico: comedorus de maderus”, el comején responde: Sí, sí, sí

A lo que Noé responde: La madera… 

-Sí, dice el comején.
-¡El arca! Dice Noé
-Sí…, dice el comején.

Noé no lo deja pasar pero a la polilla sí y al encontrarse Noé con el comején lo deja quedarse.

Dice la canción:
“Y el comején aguantó un mes,
más no podía,
de hambre moría:
se hundieron todos…
¡Ave María!”

La palabra comején se me hizo homófona de come gen,… come gen – come gente. Lo tomo en el sentido del juego de palabras, no al modo biologicista.

¿La locura trabaja como el comején? ¿Qué es lo que devora en los grupos, los partidos, los pueblos, las épocas?

En la familia Cabezudo se hundieron todos.

Día de la muerte de Lumen

Propongo algunas perspectivas del día de la muerte de Lumen Cabezudo.

Día que, al decir de Valentín Guerreros, se evitaba un “diluvio sexual”.

Deleuze en sus clases sobre el Antiedipo dice: “Una sociedad a lo que más le teme es al diluvio.”[18] Le teme a lo que se derrumba y no sabe qué es. Lo que aparece como no codificable en relación a la sociedad.

Día de la muerte de Lumen, día donde sexualidad y muerte quedan enlazadas. Iris en su primera declaración dice: “La tarde del hecho, papá y mamá discutieron como siempre: pero mi padre evidenció que iba a dar un paso más: dijo que trasladaría el dormitorio al comedor.”[19] Algo se movía.

La declaración de Raimunda también marca el sesgo de la sexualidad y la muerte.

Dice:

Que el día del hecho, Lumen llegó muy excitado a eso de las trece horas y le pidió a la declarante el diario del día, que había escondido la dicente, porque trataba de un crimen pasional por celos, y dado el carácter del esposo siempre trataba de ocultarle tales hechos.[20]

En el diario había un artículo que, en el copete, decía: “Un anciano polaco, celoso de su esposa le destrozó la cabeza con un marrón”.

Iris, en su lugar de detención, luego del crimen, escribe; en esos escritos encontramos:

Yo siempre consideré muy malo, malísimo el matar. Nosotros no comemos carne por no matar. Yo mataba en casa: hormigas, larvas que se comen las plantas y las tarántulas que aparecen en la casa.

Solo se mataba animales que se volvieran peligrosos, para las plantas o para los habitantes de la casa; como las tarántulas. No es menor que Lumen debe dejar su rasgo humano para ser matado, es trasformado en una fiera que se le da muerte, nos dice: “mi padre salía furioso como una fiera”. Queda en la confusión, al punto de no dimensionar la muerte del padre, es reflejo de esto cuando dice: “yo le tiré, me dijeron que murió […] Y sin embargo aún no me di cuenta de que murió”

También dice:

Muchas veces pensé en el caso del que mata a un semejante, no por el caso de papá, que antes no era tan agudo y nunca me hubiera hecho pensar en eso, sino porque siempre pensé en el problema de la vida y la muerte, en la guerra, etc. [un poco más adelante sigue] Y hace poco (hará 1 mes) le dije a mamá que quien sabe si estaba bien matar en defensa propia, y estuve razonando sobre eso.

Aclaran los autores que el “no”, de “no por el caso de papá”, se encuentra en el manuscrito al final del renglón, pero caído casi en la línea inferior. Parece servido preguntarse ¿sí ya hacía un mes que Iris venía pensando en matar a su padre?

Y en sus escritos de 1957, encontramos que recién a los 20 años (edad en la que mata a su padre), dice: “me enteré… de que en las relaciones sexuales había algo más que el abrazo y el beso.”

Coincido con la lectura que propone Araceli Colin en su artículo llamado El sacrificio de Iris,  allí dice:

En la escena del último día, Lumen le exige a Raimunda que acepte el traslado del dormitorio al comedor. Dado que es un paso del espacio íntimo de la pareja al espacio familiar, se trata de mostrar los excesos de la carne. ¡Cómanse ese plato! Pero esta amenaza de Lumen podemos leerla en su literalidad: ¡coman carne!

Mostrar a los hijos sus excesos sexuales con Raimunda es un crimen. Mostrarlos en el comedor es para Iris un doble crimen: la carne en el comedor sería por lo que hemos dicho, una forma de antropofagia, aunado al crimen de convocar a los hijos a presenciar la cogida de los padres. Ese mandato de Lumen implica tanto a la muerte como a la sexualidad. Es un mandato que transgrede, de cierta manera, la ley del incesto y más sagrada norma hinduista: el vegetarianismo, respetada y defendida por los Cabezudos.[21]

Hallazgo

Ahora me gustaría comentar un hallazgo de Gustavo Castellano.[22]

En el libro Extraviada en su primera edición nos encontramos con un escrito que produce Iris en el lugar de detención en 1935, que está fechado:

Lunes 16 de Diciembre de 1955                                                                                                          y martes 17.[23]

Es increíble que nadie comentara nada de ese traspié, los autores sin duda lo vieron pues ya en la segunda y tercera edición aparece corregido.

La idea es ponerlo a trabajar, tomemos el traspié para ver su trayectoria, entonces 1955 y no 1935.

Guattari dice:

[…] los lapsus, los actos fallidos, los síntomas son como pájaros que llaman a picotazos en la ventana, No se trata de interpretarlos, sino más bien de identificar su trayectoria, ver si pueden servir de indicadores de nuevos universos de referencia susceptibles de adquirir una consistencia suficiente para invertir la situación.[24]

Podemos pensarlo como dice Barret ¿qué sea un presentimiento relámpago? o ¿podremos identificar hoy con el caso cerrado, su trayectoria? Siguiendo la hipótesis que produce el traspié, que escriba 55 en vez de 35, ¿se tratará de los números dobles?, de los que encontramos varios ejemplos en el libro, “22 años de matrimonio” en los escritos de Raimunda, “22 años de que pasó eso” en la versión de Iris, etc.

¿Será que se trata de poner la duplicidad en juego? Que también se juega en las figuras duplicadas que nos cuenta Elida Tuana, por ejemplo los “dos médicos mellizos” o la figura del doble que surge en las vitrinas.

Tal vez en ese equivoco Iris repite por anticipado lo que en 1935 es un acto, en 1955 también hay una dimensión subjetiva en juego, al comenzar a correrse de lo que es “según el dictado materno”.

El día que Iris mata a su padre, su madre piensa que Iris está herida y/o que Lumen se suicidó. Por lo tanto, la posición subjetiva de Iris, que pensaba que con ese acto se terminaría todo, no es la de su madre.

En 1955 ¿es también otro el diluvio para Iris?

En 1957 escribe:

[…] hay un punto en el que coinciden (desde hace más de dos años) todas las personas a las que planteo los problemas de casa. Me dicen:” ¿Por qué no se va de su casa?”, “Usted tiene que irse a vivir sola”. Eso la conduce por más de un camino, para desembocar en “Porque no me casé”.

Donde llega a la formulación: “Yo fui criada como si fuera un ser neutro; sin sexo. Un detalle que sólo advertí hace dos años”

Entonces, la sexualidad y algo que se revela también están en juego como en el 35 en el 55.

En abril del 55 cambia la directora de la escuela donde Iris trabaja y se instala un conflicto que terminara en setiembre de ese año, con la separación del cargo. Iris comienza a defenderse. Nuevamente algo se mueve. En el 58 terminaran cesándola del cargo.

Por las fechas, en el año 55 se empieza a construir la “muerte civil” de Iris.

Sexualidad y muerte ¿Serán dos diluvios que atraviesan los tiempos?

Podemos interrogar las condiciones de posibilidad de la experiencia analítica, como dice Casanova:

[…] la primera condición para que sea posible es el lugar que el analista debe ocupar. Si es el analizante el que hace que haya analista; en contrapartida, es a éste a quien le corresponde hacer de manera que haya análisis.[25]

Sin duda en su búsqueda de ser escuchada, Iris nunca encontró quién recogiera el guante; salvo en el momento del encuentro con Elida Tuana, quien lo cuenta así:

-“¿Usted me conoce?”, -“Sí”, -“¿Usted es Tuana, verdad?”, -“Sí”, -“Yo la vi el otro día y pensé que la tenía que venir a visitar”, -“Como no, pase”[26]

Cuenta que la vio “durante varios años”, que a veces le daba de comer, con los cuidados debidos para no entrar en el campo persecutorio de Iris, le dio alojamiento por una noche, le prestaba plata.

Tal vez este sea el gesto a sostener, una hospitalidad como la plantea Derrida: “una hospitalidad inventada para la singularidad del recién llegado, del visitante inesperado[27]

Hay una frase que pone de manifiesto en qué aspecto estaba jugada Tuana de sostener algo: “Yo la perdí cuando una internación y no la recuperé más.”

Es en el aspecto transferencial amoroso que entiendo se juega en cada situación clínica.

Cito a Nietzsche:

No hay nada que resulte más difícil de conocer al hombre que el desconocimiento que tiene de sí mismo, […] De acuerdo con una vieja ilusión, creemos saber con toda exactitud cómo se lleva a cabo una acción humana en cada caso particular […] A causa de este principio todos los grandes hombres heredaron la locura y la pretensión universales de suponer que se conoce la esencia de un acto […] ¿No es una verdad terrible que lo que podemos saber de un acto no sea nunca suficiente para llevarlo a cabo; que hasta hoy no se haya podido explicar en ningún caso el tránsito que va del entendimiento de un acto a la realización del mismo? Los actos no son nunca lo que parecen. ¡Nos ha costado tanto trabajo darnos cuenta de que lo externo no es como nos parece! […] y todas las acciones nos son esencialmente ignotas.[28]

Noviembre 2013

[1] Refrán popular, usado por Iris.

[2] Nietzsche. Más allá del bien y del mal, Alianza Editorial, México, 1990. Aforismo 156.

[3] Raquel Capurro – Diego Nin, Extraviada, Edelp, Argentina, 1995, pág. 33.

[4] Lacan, J. 23 de noviembre de 1955. Seminario Las Psicosis, Paidós, Argentina, 1997, pág. 35.

[5] Escritos de Lumen Cabezudo, Documentos Edelp, Córdoba, 1996.

[6] Ibid.

[7] Ibid.

[8] Ibid.

[9] R Capurro – D Nin, op. cit., p. 95.

[10] Luciano Berti “Paolo Uccello”, Pinacoteca de los Genios, Editorial Codex, 1964, p. 1.

[11] Ibid.

[12] http://www.youtube.com/user/annevieville?feature=watch (Visto Octubre 2013) Traducción del autor.

[13] Gilles Deleuze, La imagen-tiempo, Paidós, Argentina, 2009.

[14] Biblia de Jerusalén, Desclée de Brouwer, Salamanca, 1966.

[15] Ibid.

[16] Alejo Carpentier, Guerra del tiempo, Ediciones Corregidor, Argentina, 1973. Agradezco a Carlos Etchegoyhen el habérmelo acercado.

[17] Agradezco a Gustavo Castellano la referencia.

[18] Deleuze, G. Derrames, Cactus, Buenos Aires, 2005. “El loco hace pasar flujos sobre los cuales nada puede extraerse. Ya no hay códigos, hay una cadena de flujos decodificados, pero no se los puede cortar. Hay una especie de diluvio o de falla del cuerpo. Quizás esto sea, después de todo, el cuerpo sin órganos…”

[19] R Capurro – D Nin, op. cit., p. 52.

[20] Ibid. p. 70.

[21] Colin Araceli, Ecos de Iris, “El sacrificio de Iris”, Epeele, 2000.

[22] La hipótesis que aquí se trabaja no ha podido ser constatada, pues el archivo de Iris está desaparecido del Archivo Nacional de la Nación. En la primera edición de Extraviada se lee claramente 1955, en la segunda y tercera fue “corregido” y se lee 1935. Es en ese sentido que no podríamos decir que es un lapsus de Iris, pero algo se coló en ese equivoco.

[23] R Capurro – D Nin, op. cit., p. 61.

[24]Félix Guattari, Les années d’hiver: 1980-1985, Bernard Barrault, Paris, 1985.

[25] Bernard Casanova, Sobre el psicoanálisis y sobre su fin, Ediciones Lecol, Argentina, 2008.

[26] R Capurro – D Nin, op. cit., p. 466.

[27] Jacques Derrida, La hospitalidad, Ediciones de la flor, Buenos Aires, 2000.

[28] Friedrich Nietzsche, Aurora, Edaf, Madrid, 2007, aforismo 116.

 

 

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